viernes, 6 de febrero de 2015

AJCO

Resulta que me di cuenta de algo groso.
Estas primeras semanas mi verdadero estado es AJCO.
AJCO cocinar, AJCO ir a comprar a la pollería (qué olor inmundo), AJCO la mera visualización mental de TOSTADAS DE PAN INTEGRAL (wtf?), AJCO las papafritas de paquete que antaño eran mi perdición; en fin: AJCO casi todos los alimentos, por turnos.

ENTONCES ACÁ VIENE LA PAPA:

Los antojos en realidad son una mentira, claro que sí. Estas primeras semanas de horror hormonal una TIENE HAMBRE. POSTA. Pero también, oh destino cruel, TIENE AJCO. Entonces, claroquesí, el antojo es simplemente ese ítem alimenticio que en este PRECISO INSTANTE NO me da AJCO. Y por lo tanto, como dentro mío crece un parásito y muero de hambre, lo quiero YA.

Así, ya pasaron por mi corta experiencia -en orden de aparición-:

-Papasfritas de paquete
-Palmitos con palta y salsa golf
-Palmitos con palta y limón
-Tomate con sal
-Salchicha con savora
-Salame

Consecuencia de ese efímero fanatismo: AJCO.
Sí. Del amor al odio. Al otro día de los palmitos con palta y salsa golf descarté la salsa golf, y luego de eso debí declararme en abierta enemistad con ambos ítems a pesar de lo mucho que los amo en circunstancias normales. El salame de ayer fue el sumum. Es lo más ridículo que se me pudo ocurrir. OK, tenía la presión baja. Pero no ameritaba comprar 150 grs. Ahora me los meto en el culo.
El único que se salvó de tan triste destino es el tomate con sal, al que todavía amo.
Ah, hoy antojé yogur de vainilla. Me compré dos. Uno ya lo comí y creo que voy a ir por el otro en un rato. ÉXITO PARCIAL.

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