domingo, 21 de junio de 2015

Solsticio de invierno

Hijita de las cuatro estaciones:

Allá, en el verano de los grillos, te hicimos upa bajo una luna de reyes.
El otoño nos encontró deshojando árboles que otra vez fueron verdes. Todas las hojas se cayeron, no se salvó nada. Alfombra crujiente para esperarte, dormida. Colchón amarillo para que pises con tus pies blandos, de pan, otros muchos otoños, más felices que este.
Ahora es solsticio de invierno. La estación para esperarte, redonda como la luna, como la gota que quiere y no desprenderse del marco de la ventana. Para abrigarte otro rato hasta que la luna vuelva a llamarte, como sabe llamar a los peces.
Te veremos en primavera, floreciendo como un tilo dulce. Te veremos llegar a esa estación con tu valija de colores, y quedarte dormida en nuestros brazos, y sonreírle al tiempo, a las ganas, a los miedos, a los recuerdos tristes. Como en un sueño, pero con luna nueva. Y toda, toda tuya.

De antes del tiempo

Hijitx:
No sé dónde estás vos; nosotros estamos acá, en Cosquín, que es muy lindo. Hoy es jueves, 8 de Enero, y amaneció soleado, cantando los pajaritos.
El lunes que pasó había una luna llena, redonda y amarilla, a la que miramos un rato largo. Creo que entendió. Y si esta no es, será la próxima. O la siguiente.
Nosotros -yo- no sabemos si estás ahí, en la luna. Pero por si acaso le pedimos.